Pruebas de diagnóstico: ¿qué estamos evaluando realmente?
Esta semana en el centro estamos preparando a los alumnos de 4º de primaria para las pruebas de diagnóstico de inglés, y no puedo evitar comparar esta experiencia con la de mis prácticas del año pasado, ya que tuve la tutoría de 4º de primaria.
En el centro anterior, dedicamos casi dos semanas completas a familiarizar al alumnado con el modelo de examen. Trabajamos con ejemplos, hicimos simulacros, les enseñamos a interpretar instrucciones y, sobre todo, nos aseguramos de que supieran qué se esperaba de ellos en cada parte de la prueba. Este año, en cambio, apenas estamos dedicando dos o tres sesiones previas, y esto me ha generado muchas dudas…
Por un lado, entiendo la lógica de prepararles bien. Sobre todo teniendo en cuenta que el nivel general de inglés en este grupo de 4º es bastante bajo y que muchos alumnos necesitan una guía clara para entender cómo enfrentarse a la prueba. No se trata solo de contenidos lingüísticos, sino de comprensión del formato, del tipo de preguntas, de las instrucciones, e incluso de la gestión del tiempo.
En teoría, estas pruebas buscan ofrecer una fotografía general del nivel competencial del grupo en áreas clave, como la lengua extranjera. Pero si parte del tiempo lo usamos para prepararles específicamente para esa prueba (en lugar de seguir el curso natural del aprendizaje), ¿no estamos distorsionando un poco esa fotografía?
Además, cuando hablamos de inglés, es aún más complejo. Muchas veces, las pruebas estandarizadas no se adaptan al contexto real del aula. ¿Cómo se mide la competencia comunicativa real si los alumnos solo completan ejercicios de opción múltiple o rellenan huecos? ¿Qué ocurre con aquellos niños que, aunque han mejorado muchísimo en su comprensión oral o su expresión, no lo reflejan en este tipo de pruebas? ¿Estamos dando por hecho que todos los alumnos entienden el formato del examen, cuando ni siquiera dominan completamente el idioma en el que está redactado?
Os dejo algunas preguntas que me encantaría debatir con vosotras: ¿Creéis que las pruebas de diagnóstico reflejan de forma fiel el nivel del alumnado en inglés? ¿Preparar específicamente el contenido de una prueba resta validez a los resultados? ¿Cómo creéis que se sienten los propios alumnos ante este tipo de exámenes? ¿Les ayudan o les generan más ansiedad?
Siento que este tema tiene muchas capas… y como futuras maestras, merece la pena pensarlas juntas.
¡Totalmente de acuerdo! Las pruebas de diagnóstico dan una idea general, pero muchas veces no muestran el verdadero nivel del alumnado, sobre todo en inglés. Prepararles mucho para el examen les ayuda a entenderlo y a reducir nervios, pero también puede hacer que midamos más su capacidad para hacer test que su competencia real.
ResponderEliminarLos niños suelen sentir bastante presión, y para algunos es más ansiedad que ayuda. Yo también creo que deberíamos valorar más la evolución diaria, las actividades orales, los proyectos… cosas que muestran mejor cómo se manejan realmente con el idioma.
Gracias por compartirlo, es un tema súper interesante.