Recibimos al Erasmus a golpe de cucharas (literalmente)
¡Hola chicas! Esta semana ha sido súper especial en el cole porque hemos recibido a un grupo de estudiantes turcos y rumanos gracias a un proyecto Erasmus. Tienen entre 13 y 14 años y claro… ¡la diferencia con mis peques de 5º se nota un montón! Pero están siendo súper simpáticos y hay muy buen ambiente.
Para darles la bienvenida, el cole organizó una actividad que me flipó: una ecobatucada. Nuestro centro trabaja mucho la parte musical y la inclusión, y esta actividad fue el claro ejemplo. Consistía en crear ritmos y melodías con materiales reciclados o caseros: cucharas de metal, palillos con tupper, cajas de cartón con baquetas… ¡una pasada! Desde Infantil hasta 6º participaban y la coordinación fue una locura (¡pero salió!). Cada curso tenía su “instrumento” y, dependiendo del grupo, tocaban juntos o por separado, creando un efecto súper chulo. Ojalá hubierais podido verlo, porque fue realmente especial.
Y ahora os lanzo una pregunta... porque necesito saber si soy la única a la que le pasa esto: cuando hablo en inglés con gente española (compañeras, niños, profes...), lo llevo bastante bien. Pero cuando tengo que hablar con alguien extranjero, ¡me bloqueo! Hoy, al hablar con uno de los profes del Erasmus, me costaba un montón entenderle. No sé si era el acento, los nervios o las dos cosas a la vez. Mi seño del cole me dijo que a ella también le pasa, así que ya me sentí un poco menos “fail” jajaja.
¿Os pasa también? ¿Creéis que es por el acento, la presión o simplemente cuestión de costumbre? Me encantaría leeros porque siento que esto es más común de lo que parece.
¡Qué pasada la ecobatucada! Me parece una idea súper creativa para dar la bienvenida y trabajar valores a la vez. Seguro que fue un momento muy especial, ¡y qué guay que participara todo el cole!
ResponderEliminarY sobre lo que cuentas… me siento muy identificada. A mí también me pasa que, cuando hablo con alguien extranjero, me bloqueo mucho más. De hecho, en una de mis clases hay una niña bilingüe, y hasta cuando tengo que dirigirme a ella en inglés me pongo nerviosa. Creo que es una mezcla de presión, inseguridad y falta de costumbre. Así que tranquila que no estás sola, de hecho, es algo bastante común y natural. ¡Con el tiempo seguro que vamos ganando algo más de soltura!