Las intervenciones son más complicadas de lo que parecen...
El lunes realicé una intervención entre dos alumnos, quienes se habían peleado el viernes de la semana anterior durante la sesión de Educación Física. Curiosamente, eran los mismos estudiantes que habían estado interrumpiendo constantemente la clase ese día. El docente de Educación Física habló con ellos en su momento, pero el lunes llegaron aún enfadados. Mi tutora me preguntó si quería encargarme de la intervención, y acepté.
Comencé hablando con el primer alumno y, para mi sorpresa, fue una conversación muy sencilla. Me contó lo sucedido, mencionando lo que ambos habían hecho mal y reconociendo su parte de responsabilidad. Él sabía lo que debía hacer, incluso antes de que yo le dijera nada.
Luego, hablé a solas con el segundo alumno y fue mucho más complicado. No quería hablar del tema y mantenía la mirada fija en la mesa. Al ver que el diálogo no avanzaba, decidí cambiar de tema y preguntarle cosas básicas sobre él. Poco a poco se fue relajando y logré que hablara sobre la pelea; aunque aún algo reticente. No reconocía del todo que había tenido comportamientos que no eran correctos; pero quería pedirle perdón a su compañero y decirle que él solo quería ayudarlo. Al final, ambos hablaron y se pidieron perdón mutuamente.
Tras esta experiencia, pensé mucho sobre las interacciones. Creo que son difíciles de hacer si estás trabajando sola en el aula. Debes confiar en que tu alumnado es capaz de estar solos en el aula sin “liarla” o debes buscar un hueco libre, que no esté muy lejos temporalmente del evento ocurrido, para poder hablar con los implicados. Además, debes tener una paciencia extra con los estudiantes y que estos no se sientan interrogados.
La verdad es que he aprendido que forzar el tema puede levantar barreras entre el maestro y el alumno. También, me pareció interesante que los dos dieron sus propias soluciones, y yo solo los acompañé en su propio proceso de reflexión. Demuestra que debemos dejar que los alumnos piensen por su propia cuenta y darles libertad de pensamiento.
¿Vosotras habéis hecho alguna intervención antes?
¡Qué interesante lo que cuentas! Me ha gustado mucho cómo gestionaste tú sola esa intervención y cómo supiste adaptarte al ritmo de cada alumno. En mi cole también trabajan mucho la resolución de conflictos, pero de una forma un poco diferente: en cada clase hay dos alumnos encargados de mediar, siempre un chico y una chica, y cuando surge un problema fuera del aula y la tutora no está presente, los implicados se lo cuentan a ella y luego salen acompañados de estos encargados para hablar del tema.
ResponderEliminarEntre todos dialogan, llegan a un acuerdo y rellenan una ficha donde explican lo que ha ocurrido, la solución propuesta y las medidas que van a tomar. Aunque no he intervenido directamente en ninguno, he presenciado varios casos así y, la verdad, suelen resolverse bastante bien sin necesidad de que intervenga un adulto, ya que no suelen ser conflictos graves. Me parece una forma genial de fomentar la autonomía y la responsabilidad desde pequeños.