No era el mejor día…
El viernes, antes del recreo, mi tutora tuvo que irse con la coordinadora para realizar un documento que tenía pendiente con ella. Yo me quedé en clase con la profesora de refuerzo. Para ese día, me había preparado la sesión de Lengua, pero mi tutora me pidió que comenzara con el nuevo tema de Inglés. Es importante señalar que ese día no tocaba Inglés, pero como los estudiantes siempre tienen los libros en el aula, no hubo ningún problema. Al principio, comencé a desarrollar lo que tenía planificado en la situación de aprendizaje, pero tres estudiantes no paraban de interrumpir la clase. Intenté dialogar con ellos, buscando que reflexionaran sobre su comportamiento, pero no dio resultado. Ni siquiera sirvió ponerme seria y mostrarles que lo que estaban haciendo no era adecuado. Los alumnos seguían igual. La docente de refuerzo trataba de ayudarme, pero tampoco conseguía mantener la calma en el aula. Tras mucho esfuerzo, logré continuar con la sesión, que consistía en mantener un diálog...